Movilidad que aporta: breve reseña del impacto laboral de los migrantes en República Dominicana

El grupo de profesionales que ha hecho de República Dominicana su segundo hogar forma parte esencial del dinamismo económico nacional. Según la Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI 2017), los migrantes representan el 7.5 % de la fuerza laboral dominicana, posicionando al país entre los de mayor participación extranjera en América Latina, solo detrás de Costa Rica. Estas cifras no son meros datos estadísticos: reflejan personas que contribuyen activamente al PIB mediante el pago de impuestos, a la diversificación económica y la profesionalización laboral.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), estos profesionales y trabajadores —principalmente de origen haitiano, venezolano, colombiano, cubano y español— impulsan sectores clave como la construcción, el turismo y la hotelería, la tecnología y el comercio.

El Código de Trabajo establece en su artículo 135 que al menos el 80 % del personal de una empresa debe ser dominicano, reservando un 20 % para trabajadores extranjeros. Este marco normativo busca proteger la mano de obra nacional, pero al mismo tiempo permite la incorporación de talento internacional. Cuando ese margen se gestiona de forma estratégica, se convierte en una oportunidad para innovar, diversificar capacidades y atraer conocimiento técnico especializado.

Durante mi propio proceso de residencia conocí a una colombiana que trabajaba en el área de talento humano de una empresa en Punta Cana. Sus palabras quedaron grabadas en mi memoria: “Confía, aquí hay muchas oportunidades para los extranjeros; esta isla es muy rica si sabes aprovecharlas.” Como ella, miles de migrantes llegan a República Dominicana buscando comenzar de nuevo, atraídos por su vitalidad turística y sus proyectos laborales. Algunos aportan experiencia técnica, otros habilidades artesanales o vocación de servicio. Cada historia es distinta, pero todas comparten una misma esencia: la voluntad de aportar y crecer.

Así, aunque se han dado pasos importantes hacia la integración laboral, aún es necesario fortalecer mecanismos e iniciativas público-privadas que garanticen la inclusión digna, segura y ordenada de los migrantes.

Hoy, República Dominicana tiene la oportunidad de liderar con el ejemplo en la región, demostrando que integración no significa concesión, sino crecimiento compartido.

Fuentes bibliográficas:

[1] Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI 2017), Oficina Nacional de Estadística (ONE), República Dominicana. Disponible en: https://www.one.gob.do

[2] OCDE y OIT (2018), ¿Cómo los inmigrantes contribuyen a la economía de la República Dominicana?, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y Organización Internacional del Trabajo (OIT). Disponible en: https://www.oecd.org/dev/como-los-inmigrantes-contribuyen-a-la-economia-de-la-republica-dominicana-9789264302181-es.htm

[3] Estado de la migración laboral en República Dominicana Instituto Nacional de Migración (INM). Disponible en: https://inm.gob.do

[4] Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), PNUD LAC Working Paper #31 – República Dominicana, Disponible en: https://es.scribd.com/document/727489600/PNUDLAC-working-paper-31-R-Dominicana-ES

[5] Diario Libre (2023), Inmigrantes en República Dominicana integran 6.2 % del mercado laboral. Disponible en: https://www.diariolibre.com/economia/inmigrantes-en-republica-dominicana-integran-6-2-del-mercado-laboral-EJ7083789