Importancia de una buena clasificación tributaria de los tipos de bienes y servicios comprados para las operaciones de cada empresa
Palabras claves: remisión de informaciones, contribuyentes, bienes y servicios, gastos, Administración tributaria, DGII.
De acuerdo con la Norma General 07-2018 sobre Remisión de Informaciones de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), los contribuyentes están obligados a enviar a Impuestos Internos reportes de informaciones sobre sus operaciones que constituyan hechos generadores de obligaciones tributarias. En estos reportes se deben incluir los costos y gastos para fines del Impuesto Sobre la Renta (ISR), los adelantos utilizados como créditos para fines del Impuesto a las Transferencias de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS), las retenciones realizadas en ISR e ITBIS por y a terceros, percepciones realizadas en ISR e ITBIS en aquellos casos en que la normativa establezca un régimen de percepción, y en general, el detalle de las operaciones de compra y venta efectuadas. [1]
La tipificación nos permite identificar correctamente el tipo de bienes y servicios adquiridos, en función de la actividad comercial de la empresa y del detalle contenido en cada factura registrada. Para lograr una clasificación precisa, es fundamental realizar un análisis adecuado de cada comprobante fiscal, de modo que se pueda determinar y asignar correctamente la categoría correspondiente [2].
En la categorización de los tipos de bienes y servicios adquiridos, se pueden identificar las siguientes categorías:
1. Gastos de personal: incluyen todos aquellos gastos relacionados con el personal, como seguro médico, uniformes, carnet de identificación, entre otros beneficios o provisiones laborales.
2. Gastos por trabajos, suministros y servicios: este rubro comprende los honorarios por servicios profesionales, seguridad, mensajería, transporte, servicios de telecomunicaciones, energía eléctrica, combustibles y lubricantes, materiales y suministros de oficina, suministros de limpieza, etc. [3]
3. Arrendamientos: incluye todos los gastos por alquiler de bienes muebles e inmuebles, como locales comerciales, maquinaria, equipos o espacios de almacenamiento.
4. Gastos de activos fijos: corresponden a servicios de reparación, mantenimiento y mejoras de los activos fijos de la empresa.
5. Gastos de representación: comprenden los gastos incurridos por la empresa en actividades de promoción, atención a clientes o representación institucional, reuniones, almuerzos, regalos corporativos, entre otros.
6. Otras deducciones admitidas: incluyen primas de seguros, membresías nacionales e internacionales en asociaciones empresariales y cámaras de comercio, entre otras deducciones autorizadas por la normativa fiscal.
7. Gastos financieros: son todas aquellas transacciones derivadas de servicios financieros, como comisiones bancarias, intereses, gastos por operaciones crediticias, entre otros. Deben estar debidamente respaldadas con comprobantes válidos.
8. Gastos extraordinarios: incluyen pérdidas por baja de activos depreciables, enajenación de bienes de capital, provisiones por cuentas incobrables, demandas judiciales, diferencias en primas, entre otros gastos no recurrentes.
9. Compras y gastos que formarán parte del costo de venta: comprenden las adquisiciones de bienes y servicios que serán incorporados directamente a los productos o servicios comercializados por la empresa.
10. Adquisiciones de activos: corresponde a la compra de activos fijos como maquinaria, equipos, mobiliario, vehículos, entre otros bienes de larga duración.
11. Gastos de seguros: incluye el pago de pólizas como seguro de vehículos, responsabilidad civil, seguro contra incendios, seguros patrimoniales, entre otros.
Con la información previamente analizada y procesada de forma adecuada, podemos comprender la importancia de una correcta clasificación de los tipos de bienes y servicios adquiridos. Una codificación adecuada de los gastos no solo permite una mejor representación contable, sino que también facilita el análisis financiero, la elaboración de presupuestos y la identificación de oportunidades para optimizar recursos.
Al asignar correctamente cada gasto a su categoría correspondiente, se obtiene una visión más clara y estructurada de la realidad económica de la empresa, lo que resulta fundamental para una toma de decisiones informada y estratégica.
Además, una codificación bien implementada mejora las prácticas contables, permite un manejo más eficiente de los recursos y fortalece el control interno. Dependiendo de la actividad económica de la empresa, también contribuye a llevar un inventario ordenado y preciso, lo cual mejora la trazabilidad, reduce errores y optimiza la gestión operativa.
En cuanto a los activos, una codificación adecuada permite un mejor reconocimiento y control, así como un adecuado registro de las mejoras realizadas sobre ellos.
Desde el punto de vista impositivo, esta práctica facilita un registro preciso de las compras y gastos de la empresa, asegurando el cumplimiento de las obligaciones tributarias y ayudando a evitar sanciones, cargos adicionales o rectificaciones futuras.
Referencias bibliográficas:
[1] Dirección General de Impuestos Internos (DGII), Norma General No. 07-18 sobre Remisión de Informaciones, 9 de marzo de 2018.
[2] Dirección General de Impuestos Internos (DGII), Instructivo llenado y remisión del formato de envío de compras de bienes y servicios (606), febrero 2022. https://dgii.gov.do/publicacionesOficiales/bibliotecaVirtual/contribuyentes/formatoEnvioDatos/Documents/4-LlenadoyEnvioFormato606.pdf
[2] Comunidad de Ayuda DGII, Tipo de bienes y servicios comprados formato de envío 606, junio 2023. https://ayuda.dgii.gov.do/conversations/discusiones/tipo-de-bienes-y-servicios-comprados-formato-de-envo-606/6495d9fe29354c079132b242